El 7 julio de 1752 , nacía el inventor francés Joseph Marie Charles (7 julio de 1752 – 7 agosto de 1834), conocido como Joseph Marie Jacquard.
Construyó el llamado telar de Jacquard, el primer telar programable de la Historia con tarjetas perforadas.
El método de su telar, se convirtió en el paradigma de la primera máquina computacional, desarrollada por Charles Babbage.
Jacquard comenzó a trabajar a los ocho años con su padre, quien era tejedor en una hilandería de seda. Trabajó en telares de seda, y posteriormente automatizó estas máquinas con el uso de tarjetas perforadas. Conforme fue creciendo fue ideando distintos modos de resolver uno de los principales problemas que tenían los telares de esa época: empalmar los hilos rotos.
Motivado a ir inventando máquinas cada vez más sofisticadas su fama como inventor fue creciendo cada vez más, hasta que en 1799 Napoleón I le dio trabajo en el Conservatorio de Artes y Oficios como “maestro inventor”.
En 1801 y ya convertido en inventor e industrial textil Joseph Marie Jacquard dio un fundamental aporte al proceso de las máquinas programables al modificar una maquinaria textil, inventada por Vaucanson, a la cual implementó un sistema de plantillas o moldes metálicos perforados, unidas por correas, que permitían programar las puntadas del tejido logrando obtener una diversidad de tramas y figuras.
En 1805 inventó la tejedora cuyo proceso de hilado se controlaba gracias al mejor de sus inventos: las tarjetas perforadas.
Las primeras máquinas desarrolladas a partir de su invento, denominadas vincenzi, utilizaban el propio cartón perforado para el movimiento directo de las agujas que hacían subir y bajar los hilos, lo cual implicaba una movilidad limitada en el tiempo. Más tarde apareció el tipo verdol, en el que el cartón pasaba a ser papel continuo con un mecanismo transversal que duplicaba la velocidad de la máquina. Actualmente el papel perforado ha sido sustituido por señales electrónicas que hacen reaccionar unos electroimanes que activan o desactivan el movimiento de las arcadas de la montura que mueve los hilos reptiles triplicando la velocidad de las máquinas anteriores.
Fue tan grande el interés despertado por el invento de Jacquard, que el propio Napoleón Bonaparte se quedó muy asombrado cuando en 1805 asistió a una exibición industrial celebrado en Lyon.
Dió a conocer su invento en 1801 y para 1812 había en Francia 11000 Telares Jacquard.
Jacquard terminó sus días trabajando como regidor municipal en la ciudad de Oullins, no muy lejos de su ciudad natal Lyon.
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